Lección 2 (Agosto):
La pequeña criada del capitán Naamán
Textos clave y referencias:
2 Reyes 5:1-17Versículo para Memorizar:
Profetas y Reyes, cap. 20, pp. 166-169.
“Sírvanse unos a otros con amor”. (Gálatas 5:13, NVI).Mensaje:
Puedo compartir el amor de Dios.Padres:
Para el fin de este mes ustedes podrán ayudar a su niño a:
Saber que Dios lo ayudará a servir a los demás.
Sentir felicidad al servir a los demás.
Responder sirviendo a otros de acuerdo con sus posibilidades.
Keiko ayuda a su mamá. Mira cómo Keiko revuelve la masa. Una vez una niña ayudó a cocinar para el capitán Naamán.
La pequeña criada (señálela) está lejos de su hogar. Dios tiene una ayudante feliz en la casa del capitán Naamán. (Señale a Naamán.)
La pequeña criada es una feliz ayudante de Dios. Ayuda al capitán Naamán porque ama a Dios. (Señale a Naamán.) El capitán Naamán y su esposa ven cuán bien trabaja la niña y cuán feliz es. Ven que la pequeña criada ora a Dios.
La esposa de Naamán no puede dejar de llorar. (Señale a la esposa de Naamán.)
—¡Bú, bú! El capitán Naamán tiene lepra. Tiene grandes manchas en su piel. ¡Bú, bú! Tendrá que irse muy lejos.
¡Bú, uuu! (Señale a Naamán, haga como que llora.)
No llore, señora de Naamán. Dios la ayudará. Pero la esposa de Naamán no puede dejar de llorar. Señale a la esposa de Naamán.) ¡No esté triste, capitán Naamán! (Señale a Naamán.) La pequeña
criada puede ayudar. (Señale a la pequeña criada.)
—Vaya a Israel. Vaya, y vea al profeta Eliseo —dice la criada—. El profeta puede ayudar al capitán Naamán para que sane.
Mira al capitán Naamán. El capitán Naamán es un soldado. (Señale a Naamán.) Mira su carro. (Señale el carro.)
—¡Vámonos! —grita el capitán Naamán—. (Señale a Naamán de nuevo.) Adiós, señora de Naamán; adiós, pequeña criada. ¡Que tu profeta me pueda sanar!
—Dios puede sanarte, capitán Naamán —dice el siervo—. Dios puede hacer que tu piel se limpie. (Toque la piel de su hijito.) Ve a lavarte. Lávate en el río Jordán.
Sumérgete en el agua siete veces.
Así que el capitán se fue al lodoso río Jordán.
Mira al capitán Naamán en el agua. (Señale a Naamán.) El agua está lodosa, color marrón. (Señale el agua.) Mira las manchas en su cuerpo. (Señale las manchas.) El capitán Naamán se sumerge bajo el agua. Una vez. (Levante un dedo, agregue un dedo mientras cuenta.) Dos veces. (Levante dos dedos.) Tres veces, cuatro veces, cinco veces, seis veces. Allí están las manchas todavía. ¡Házlo de nuevo, capitán Naamán! Siete veces. (Levante siete dedos.)
Una vez más el capitán Naamán se sumerge bajo el agua.
¡Bravo! (Aplaudir o vitorear.) Mira la piel, qué suave. (Señale al pecho de Naamán.) Las manchas han desaparecido por completo. ¡Bravo! Dios ha sanado al capitán Naamán. Ahora el capitán Naamán sabe que Dios lo ama. Ahora él ora y dice:
—¡Gracias, Dios, por sanarme. Gracias por la pequeña criada, la ayudante feliz!
Y yo también te doy gracias por mi ayudante feliz. (Abrace a su hijito.).
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